La catedral de León es tres veces más grande que la de Burgos, no cabe en la foto, es tan majestuosa! Y he vuelto a coincidir con mis ídolos holandeses justo delante de la catedral! La ciudad cuenta con muchísima cultura que visitar pero para eso se necesitan mínimo dos días y en mi opinión formaría parte de un viaje puramente cultural y sin bici a la que cuidar.
Luego el tramo restante ha sido más durillo con el viento de cara y por la monotonía al transcurrir al lado de la nacional... A los peregrinos se les tiene que hacer eterno este tramo, cosa a tener en cuenta cuando vuelva a pie ;-). Por cierto, hoy he pensado en varias ocasiones que me había equivocado de sentido... he empezado a cruzarme con los que hacen el Camino de vuelta... Yo de que me tengo que quejar!
Hoy me ha caído la primera mini tromba de agua pero debió de ser un nubarron de los de los cómics pues lo dejé atrás pronto. Ha sido un primer aviso y práctica de cómo meterse al abrigo, buscar el chubasquero demasiado bien guardado y procurar que todo esté bien cerrado. Pero bueno, no fue más que eso, un visto y no visto.
La guinda y maravillosa recompensa de la etapa de hoy definitivamente ha sido la entrada a Hospital con su puente sacado de una peli medieval, en el que me volví a cruzar con mi compañero ciclista de la mañana (el camino es un pañuelo!), y la casa rural en la que me hospedo es una verdadera joya, y más sus simpatiquísimos dueños. Altamente recomendable, incluidos los platos que sirve la señora...
... cosa imprescindible pues mañana habrá escalada!
To be continued...
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